martes, 13 de enero de 2009

Los Insomnios de Kid Entropia (I)

Y, en cualquier caso, ¿qué era la vida? ¿En qué momento, y de qué modo, ese complejísimo acúmulo de moléculas de proteínas y azúcares y grasas dejaba de ser una masa amorfa para convertirse en eso que él era, ahora, más 29 años después de su concepción, millones de años después de la concepción del primero de su especie? ¿En qué punto dejaba de ser la congregación aleatoria de material orgánico, el epílogo químico de algún inimaginable cataclismo cósmico para volverse lo que era? E incluso antes, ¿qué había sido? ¿No, acaso, exactamente lo mismo que ahora, sólo que disperso? ¿No, exactamente, esa masa amorfa, pero en miles de millones de sitios distintos? ¿No algún carbono lejano, lejanísimo, que repentinamente había sido arrastrado hasta este sistema solar, bruscamente puesto en contacto con ese otro nitrógeno, con aquel oxígeno, con algún hidrógeno de su sol? ¿No, entonces, eso, sólo eso, aunque también todo eso? ¡Pero también era más, mucho más, infinitamente más! Sí, pero, y ese más: ¿más qué? ¿Qué significaba todo aquello? ¿Cómo darle un nombre? ¿Cómo saber esto, como querer entender todo esto, sin caer en un desespero galáctico, en un angustioso anillo de Moebius sideral del que nadie podía sacarlo? ¿Cómo respirar, cómo caminar, cómo ver el mundo sin entender qué ocurría, sin tener idea de a dónde iba? ¿Cómo ser un humano, sin saber lo que es realmente un humano?

[Aquí, en este punto, justo antes de alcanzar el pico de pánico, la melatonina llega a su rescate. Lentamente, muy lentamente, sus procesos de vigilia ceden al dulce vacío del sueño. Por unas horas, deja de ser.]

jueves, 1 de enero de 2009

¿Que te pasa, viejo año, qué te pasa?

Gracias a Dios/la Termodinámica/Etc por las listas de fin de año. Hacen la vida muy fácil.


“¡Oh, rayos! ¡Ya no puedo escuchar otra cosa sino este álbum; es imposible siquiera imaginar que alguna vez anduve por el mundo sin escuchar estas canciones!”

Sería: a) Microcastle/Weird Era Cont., de Deerhunter, o b) Fleet Foxes de Fleet Foxes. Y, ¿por qué no?, Vampire Weekend de Vampire Weekend. Third de Portishead fue tremendo, también. Dear Science, de TV On The Radio, otra hermosura sónica. Por supuesto, Með suð í eyrum við spilum endalaust, de Sigur Rós, dejó un muy buen sabor de boca.Una pequeña joya, out of the blue (literalmente, porque lo escuché en el avión de regreso de Canadá), fue el Parc Avenue de Plants and Animals. De Montreal, claro.

Pero ésos son los álbumes que salieron este año. Como siempre, hubo álbumes previos al 2008 que nunca había escuchado, y que felizmente descubrí y me hicieron una mejor persona. Así, por ejemplo, la banda sonora de The Darjeeling Limited, o Marry Me de St. Vincent, o Alligator de The National, o toda la discografía de Andrew Bird (bendito genio), o Seabear con The Ghost That Carried Us Away, o la banda sonora de Blade Runner, o Lift Your Skinny Fists Like Antennas to Heaven, de Godspeed You! Black Emperor. Y hay tantas, tantas otras cosas más. Pero es difícil recordarlas.


“Esta es mi canción favorita del año, y tiene que ser incluida en el soundtrack de alguna película que verse sobre: a) la existencia; b) la memoria; c) el tiempo pasado; o d) un amor perdido”

Probablemente ésta sea más fácil. White Winter Hymnal de Fleet Foxes. Pocas canciones tienen un efecto como ésta; apenas dura dos minutos, pero es inevitable sentirse transportado al escucharla. Es magistral.


“Esta era mi canción favorita del año hasta que le presté la atención debida al álbum de Fleet Foxes”

El “punk ambient” de Deerhunter fue quizá el mejor descubrimiento sonoro del año. Y “Neither of Us, Uncertainly” engloba todas las bondades de ambos álbumes. Otras grandes fueron Cape Cod Kwassa Kwassa, de los Vampire Weekend, The Rip, de Portishead, y Strange Overtones y Everything That Happens de Brian Eno/David Byrne.


“¡Esto no está pasando; no puede existir algo tan maravillosamente bueno como esto que estoy viendo! ¡Mis ojos no soportan tanta maravilla! ¡Entraré en fase psicótica si sigo viendo esto! ¡Es infinitamente brillante! ¡Es terroríficamente brillante! ¡Es alucinantemente bri"

The Dark Knight, claro. Ah, pero Iron Man fue genial, también. Uh, y Let The Right One In, hipnótica. Oh, claro, Pineapple Express. Cloverfield, espeluznantemente genial. Wall-E es inolvidable. Y The Darjeeling Limited, aunque es del 2007, pero la vi este año. Eso cuenta, ¿no? La cuarta temporada de Lost, rayos, qué bárbara. Y Life on Mars, uf.


Lo mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor, mejor del año

Los amigos. La Flaca. Montreal.


¿Palabras finales al año disuelto?

Gracias, muchas gracias. Fuiste un año brillante. Automáticamente, en el top cinco de mis mejores años, junto con 1980, 1994, 1997 y 2002.